miércoles, 11 de agosto de 2010

Hay días grises, y los que pasan en blanco.




Dame cinco varas[1] o te quiebro el culo[2] –me dijo-, te doy cincuenta si me lo quebrás ahorita, le respondí.

Me vió, y salió corriendo.

(suspiro)

A veces, ni las balas se apiadan de uno.



[1] Quetzales
[2] Por: te mato, te hago mierda.

2 comentarios:

Ana González Ewens dijo...

Excelente...

Rosa Chávez dijo...

Ana, me encanta tu trabajo, que fuerza tienen tus textos. Abrazos.