martes, 10 de agosto de 2010

Latitud, tu ciudad y la mía




Si hubiéramos amanecido juntos, y
Me hubieses leído
Hoy no sentiría este siglo de ausencia
Que llevo desde la luz del martes.

Pero para amanecer juntos
Hubiésemos debido terminar con la noche,
Soportar la madrugada,
Y haber superado el miedo,
De esta noche,
De esta distancia.