jueves, 21 de octubre de 2010

Abyecto



Las estampas de nuestros días felices
recuerdo falso de lo que contaron los abuelos
repitieron nuestros padres
y creimos nosotros mismos,
obviando que el mundo a cada instante se hace mierda.

Por eso: Salud, por los viejos tiempos.

martes, 19 de octubre de 2010

Shhhh...



Nerviosos, como gatos cerca de una bola de estambre, lucimos ante las bocas, los cuellos y las manos; de los que se atrevieron a preguntar y  recibieron un: voy al baño, a cambio de sus comunes frases: ¿puedo llamarte?, o yo estoy cerca de acá, ¿amanecemos juntos?

Y es que como animales de costumbre, después de una relación larga, perdemos la capacidad de respuesta oportuna y la habilidad para jugar ante un flirteo.

Sin embargo, el deseo supera cualquier olvido y cualquier baño más o menos discreto, resulta el sitio perfecto para satisfacerse, a veces solo el ego, y no enfrentar las preguntas incómodas del desayuno ante un desconocido.

lunes, 11 de octubre de 2010

Allí



Te hablo a vos desde estos pies
desde este sitio cubierto de ópalo,
a vos, que estás del otro lado,
que temés y te angustiás,
y te reís, y no entendès, y te empeñás
en no creer que le temés a la muerte,
esa que no es sino la otra soledad.

De este lado donde las bocinas solo hacen eco
y no me dejan pensar;
no encuentro las flores de lavanda que te prometí,
abundan las noches donde me pierdo,
donde los alcoholes dejan ver sus arrugas,
y entonces extraño el tiempo
donde me reía de la lluvia, y caminaba,
y te sabía del otro lado
y todo parecía ... muy distinto a hoy.

También he estado allí -vos sabés-, pero de este lado
las cosas no son muy distintas,
tal vez más ventanas, besos en fin de semana,
el resto del tiempo, nada volvió a ser igual.

lunes, 4 de octubre de 2010

Leve


Parapetarse esperando que pase el granizo
y acostumbrarse a ser feliz brevemente
como los zapatos limpios en el lodo.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Boceto


Me preguntas si te quiero
mientras dibujas
sobre una servilleta blanca.

Yo que no entiendo aún
por qué las madrugadas son tan largas,
intento entonces explicarte
de esta enorme soledad,
tu alineas las migas sobre el mantel
y me respondes con un verso,
entonces aquellos ojos tuyos
que parecen luces de mar
me recuerdan las estrellas  y el asfalto
siento entonces que te amo
y si, aún siento esta enorme soledad.