Cuando niña creí
que una extraña enfermedad
-de esas que solo sufren las princesas-
te había llevado.
Más tarde busqué respuestas,
encontré silencios y alcoholes.
Ayer supe que fue Lupus,
sí,
fue un lobo,
por eso solo te veía en los cuentos.
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1 comentario:
un lobo y el dolor innecesario
t. a.
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